lunes, 28 de marzo de 2011

Yo soy como una casa

Me duele la existencia
en sí  misma, también la de mi casa.
Es un dolor experto
que desanuda la faringe
y desbloquea el llanto.

Mi casa es un diseño
elaborado
con jugos de manzanas;
sus paredes ocultas,
son circulares,
con grandes torreones,
y un faro que reluce
cual estela en la muerte.

Mi casa toma al naufrago,
él me entrega la llave
que va abriendo puertas
a un mundo perfecto
de oleajes pacíficos.

Mi casa es la morada de perdidos,
de perdidos y hollados;
pero para encontrarla
hay que viajar
por lugares inhóspitos.

Mi casa es la   casa  grande de
toda la ausencia,
de toda la melancolía,
de toda la alegría de saberse
con vida propia
aunque no sea suya.

Mi casa es un deseo inacabado.

 (Laura  Olalla. Reservados los derechos)





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